viernes, 11 de diciembre de 2009

Sujeto cuerpo propio

El cuerpo encuentra siempre mil formas para decir basta. Olvidos. Flojera de piernas. Dolor en el pecho.
Es que el cuerpo tiene su propio lenguaje, su propia memoria. Si huelo Heno de Pravia pienso en mi abuela. Las mentitas me hacen acordar a los primeros años de la facultad. La lista de coincidencias entre el cuerpo y los recuerdos es interminable.
Y el cuerpo así como se prepara para el amor, late con fuerza y hace brillar cada parte del cuerpo, también prepara para el ataque. Un ataque del cual no tiene memoria. Es solo instinto. Nunca lo enfrentaron verdaderamente, pero la memoria le dice que sí, que ésta vez se viene. Y vuelta otra vez a acomodarse, acurrucarse para saltar a la yugular o salir corriendo si no hay tiempo.
A veces mi cuerpo me dice basta, y no sé si hacerle caso. No sé si creerle o decirle que es un embustero. Pero resulta que el cuerpo pocas veces me llevó por malos caminos. Sin embargo, mi cabeza… puff ya no sabe dónde situarse ni qué carajo es lo que quiere.