sábado, 25 de diciembre de 2010


Se ve qué la premonición me ganó de mano y escribí de eso que no sabía.
Se ve que uno quiere más de lo que sabe.
Se ve que tu alma cansada de dar vueltas volvió a su casa. A esos brazos que tanto extrañaba.

Hoy mirarás tus frutos. Mirarán lo que construyeron. Y espero que estén felices.
Que se amen tanto como cuando estaban separados.
A nosotros nos quedan sus recuerdos. Sus hermosas historias. Y eso es más que suficiente.

Espero dar en vida tanto como nos diste vos a nosotros.
A tu salud!

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