lunes, 27 de junio de 2011

Conspiraciones

De un saque, como siempre soñé, saqué un pasaje ultra rápido para Europa. Me iba a Madrid.
En un parpadear ya estaba en la Gran Vía tan parecida a la avenida Corrientes. Me senté en un restorancito. La gente me parecía familiar y como no tenía mucha hambre dí vueltas por entre las mesas.
Al rato me di cuenta que no le había avisado a Juan que había viajado. Mi celular parecía inhabilitado para recibir llamadas desde el exterior y no tenía como comunicarme. De golpe suena su llamada y entré al restoran para atender. Adentro estaba mi cuñado degustando las delicias madrileñas.
Juan me habla preocupado, me dice que los viejos viajaron a Venezuela y ahora no los dejan salir. Me cuenta que los tienen cercados, que solo con una orden de alguien MUY importante van a poder sacarlos. Me cuenta algunas cosas en secreto. Unas intrigas con la OEA que operaba en secreto desde Caracas. No sabemos todavía qué quieren con mis suegros, pero los acusan de conspirar.

Nuevamente estoy en Buenos Aires, desesperada, dando vueltas con Juan, pensando estratagemas. Pienso en el experimento de 6 grados de separación. Con mi laburo puedo llegar a la presidenta, o hablar con alguien importante de Cancillería. Sí, voy a ir directo al despacho de Tomada, sé que él me va a escuchar. Les voy a quemar tanto la cabeza que vamos a lograr que puedan volver sanos y salvos.


Me desperté un poco extrañada, pensando ¿Seré antichavista?

1 comentario:

la vidu dijo...

jajajajaaj! traumático!!!
q onda tus suegros?.... tal vez fue una forma sutil de "mantenerlos lejos"... el inconciente funciona de manera extraña...